Todo comenzó de la siguiente manera:
Era un sábado común y corriente, mi bebe se despertó y tenia sus cachetes rojos, lo toque y estaba muy caliente, procedí a tomarle la temperatura y efectivamente tenia fiebre de 40, confieso que me preocupe ya que es primera vez que presentaba una temperatura tan alta, decidí darle un baño luego lo vestí y rápidamente lo lleve a la clínica, hice todo los tramites mi bebe estaba un poco inquieto pero tranquilo a la vez (seguramente por el malestar que sentía). Finalmente lo llamaron para ingresarlo a emergencia, le hicieron su chequeo general y posteriormente le realizaron los exámenes correspondientes: (laboratorios, placas, etc) mientras esperábamos los resultados lo nebulizaron varias veces, mi hijo como muchos otros no se dejaba colocar la mascarilla, después de varios intentos por fin se quedo tranquilo y continuamos, llego la doctora de guardia y me indico que los exámenes salieron muy alterados sobre todo los glóbulos blancos, me dijo que tenía que dejarlo por unos días porque era fuerte la infección, estaban congestionadas sus vías respiratorias y esto le provoco una "Otitis". Quede sorprendida y a la vez triste, la frase "hay que dejarlo hospitalizado" es fuerte para una madre y mas cuando no sabias que tu bebe estaba tan grave.
La espera se hizo larga, mientras nos asignaban la habitación donde estaría mi chiquito, después de preguntar varias veces si ya el seguro había aprobado la clave, el teléfono de la emergencia pediátrica suena, una enfermera contesto y me pregunto que si era la representante del niño que ingresara a hospitalización y le dije que si, me acerque al departamento de admisión llene los formularios correspondientes y listo.
Ya estábamos ahí mi niño y yo en la habitación, el estaba super hiperactivo a pesar de la fuerte infección que tenia el nunca mostró debilidad y gracias a DIOS a partir del momento que llego por emergencia la fiebre seso muchísimo, llego el momento de colocarle tratamiento por medio de vía, (ese era el momento que no quería que llegara). A pesar de todo conocí cualidades de mi hijo que no sabia que tenia a su corta edad (fuerza, madurez, valentía) de verdad que aprendí demasiado de el... Confieso que al momento que lo inyectaron me dolió mas a mi que a el (algo inexplicable) comprendí esa parte difícil que mi madre me comentaba que vivió conmigo en varias oportunidades.
Luego de superar su primera inyección, lo note extrañado (el aun no habla, pero es muy expresivo con su rostro), intente mil veces acostarlo y que se quedara tranquilo pero era imposible, hasta que decidi prepararle un tetero y al rato se rindió y por fin descanso, yo dure despierta un rato mas y cuando por fin agarre algo de sueño me despierta una enferma que acababa de entrar a la habitación, me informo que nos iban a cambiar porque esa estaba presentando fallas con el aparato para nebulizar (respire profundamente) y dije bueno ni modo, (menos mal que solo fueron unos pasos para llegar a la habitación nueva) una vez mas tuve que luchar con mi hijito para que se quedara dormido.
Transcurrió nuestra primera noche en la clínica...a cada rato entraban enfermeras (de verdad que eso me gusto, estaban muy pendientes)...
Esta Historia Continuara...
